«Me río cuando salen las críticas malas. Primero te cabreas pero luego te ríes»
✎ Entrevista: Chema Gallego en la HeavyRock nº60 (publicada en noviembre de 1998).
EL HOMBRE DEL SACO
‘Canciones prohibidas’ es el nuevo disco de Extremoduro, un disco donde Robe Iniesta ha vuelto a volcar, como si de una vomitona se tratara, todas sus nuevas composiciones. Un disco donde ha vuelto a forzar la máquina de la imaginación, para lograr subir un escalón más, en su lucha particular. En rigurosa exclusiva, Chema Gallego charló con Robe y éste fue el diálogo que ambos mantuvieron.
Cuando alguien empieza a ser famoso, empiezan a ofrecerle hacer cosas curiosas. ¿A ti también te ha sucedido esto? «Pues sí, la verdad es que me han ofrecido o me han llamado para cosas raras. Colaboraciones para discos en directo y cosas así, pero no te voy a decir nombres de grupos, pero sí. También hacer programas raros de televisión, tonterías o debates que no llevan a nada y cosas así. Cuando la gente te llama porque has vendido diez mil discos y estás saliendo en los periódicos y van buscando solo eso y no van buscando a Robe pues los mando a tomar por culo muy tranquilamente. Sólo hago cosas curiosas o cosas que me guste hacer. Pero de las estupideces paso».
En este último disco notas que hay algo de Platero y Tú? «Yo no lo noto, lo noto porque me lo dices tú y me lo dice la gente y es lógico. Iñaki es una parte importantísima de Platero y también es una parte importantísima de Extremoduro. Tan importante es en un grupo como en otro. Si fuera una persona que aportara menos a los grupos… pero Iñaki aporta muchísimo. Pero en su forma tan especial de tocar, en cualquier disco que tocara, sonaría a Platero».
Y en Platero y Tú, tú crees que puede haber algo de Extremoduro? «Hombre, no sé, quizás en el último disco de Platero, he notado que las letras son un poco más intimas. A lo mejor yo he tenido algo de influencia con comerle un poco el coco a Fito y quitarle inhibiciones de hacer las letras más claras. Cuando estamos juntos y hacemos cosas juntos pues se tiene que notar un poco. Es normal».
De nuevo has vuelto a cambiar la banda. ¿Por qué Ramón ‘Mon’, tu bajista en los últimos años, ya no está en el grupo? «Bueno, él ha hecho su historia en solitario y está ahora con ello. Él ha querido hacerlo y lo ha hecho. No puedes hacer un disco y no tocar. Él ha grabado un disco que se llama Sinvergüenza y ya se está comercializando y ahora empieza a tocar. Es lo más normal del mundo».
Siempre se ha oído que es muy polémica tu relación con los músicos que pasan por tu banda. ¿Es así o sólo es la apariencia? ¿Las culpas se reparten? «La verdad sobre estas cosas no me gusta hablar porque no viene a cuento que yo ponga verde a un tío. No es por el caso de Ramón, hablo por otros casos. No viene a cuento que yo cuente con pelos y señales lo que ha pasado cuando esas otras personas no se pueden defender ante lo que yo pueda decir. Además creo que son cosas que a nadie le interesan. Os puedo decir que siempre he tenido muchos problemas, pero siempre he tirado pa’lante, de una manera o de otra y me he quedado sin grupo por completo como cuando se quedó ‘Mon’ conmigo y nos quedamos los dos solos y tiramos pa’lante. Pero lo de Ramón ha sido por su historia, porque quería hacer un disco en solitario».
¿Ya tienes nuevo bajista? «Bueno es un poco pronto. Ahora vamos a empezar a ensayar. No te puedo decir un nombre porque yo sí tengo alguno en la cabeza».
¿Algún bajista anterior? «Bueno, anterior… -se queda dudando Robe-… anterior, bueno, ha tenido relación con el grupo. En cualquier caso en cuanto lo tenga lo sabréis. Tú sabes que a mí me gusta muy poquito las cosas con la prensa, que te hago esta entrevista porque eres tú y sabes que yo hago una rueda de prensa cuando hago un disco, se presenta una nueva gira, un cambio de formación, pero nada más. Lo del bajista ya os enteraréis».
El otro día en la rueda de prensa lo primero que hiciste fue arremeter contra tu antigua compañía. ¿Temes algo de ellos? «Pues no lo sé, llevan con una grabación que hice para un disco y un ensayo que hicimos en una tarde… han hecho cinco discos. Cambiándole el nombre, cambiando lo de dentro. Poniendo en vez de Somos unos animales, Como animales. Cambiando por todas y demás y ya llevan cinco. Sólo son dos grabaciones y llevan sacadas cinco, no sé porqué no van a hacer seis… fácilmente pueden hacer seis. Una gente como esta que no tiene escrúpulos, puede hacer eso. Por un lado quiero avisar a la gente de que no compren esas mismas canciones. La prueba para no comprar una grabación que no sea reconocida por mi es comprobar que en los suyos no viene las letras, encima son unos rácanos. Yo estoy en contra del pirateo, pero una cosa es el pirateo de un tío que te graba un concierto, que es algo interesante para la gente y otra cosa es el pirateo de tu primer disco y del segundo que lo combinan el nombre y el orden de las canciones. Eso me parece engañar a todo el mundo, es como para meterlos en la cárcel. Me mosquea que la gente siga haciendo esas cosas, que la gente luego todo lo asimila por el grupo y tu imagen es la que sale dañada. A mí me gusta darles el palo un poquito para que los grupos sepan dónde se meten. Lo malo es que cuando un grupo firma con una compañía, firma todo y cuando yo firmé mi primer disco, firmé todo y no lo leí porque no me hacia falta leerlo».
«Porque no me podía quedar en Plasencia que es lo que le pasa a todos los músicos. Hay un tanto por ciento muy alto de compañías que se aprovechan de los músicos. Bueno, en general todas se aprovechan, cuando vas tirando un poco pa’lante es cuando los vas apretando tú los tornillos y cuando vas mejorando los contratos, pero de principio son unos contratos que son vergonzosos. A mi hay chavales que me traen contratos para que los lea y algunos realmente vergonzosos, es como para evitarlos. Hay que avisar un poco a los músicos de cómo es cada uno. Creo que si los músicos hiciéramos todos eso, contar cómo nos dan el palo a cada uno, aprenderíamos de nosotros mismos de los palos de los demás».
¿A partir de cuándo crees tú que se produce el despegue de Extremoduro? «Creo que no ha habido ningún despegue».
¿Crees que ha sido pasito a pasito? «Sí, por supuesto que sí. Este es el octavo disco y no creo que haya habido ningún despegue. Puede que haya habido un despegue para la gente que haya abierto más los ojos».
¿Pero tu compañía también ha apostado más por ti desde hace unos años? «No, la compañía como todas las compañías, cuando saca dinero invierte dinero, pero creo que ha sido una labor de tiempo. En ningún caso ha habido un cambio fundamental. Porque podríamos pensar en Iñaki, pero Iñaki siempre ha estado a mi lado. Yo no he notado nada que haya pasado excepcional. Simplemente, que poco a poco lo ha ido conociendo cada vez más gente, haciendo un trabajo bueno. Porque no creo que ninguno de mis discos sea malo, habrá unos mejor que otros pero estoy orgulloso de todos los discos. Cuando un grupo va haciendo poco a poco un disco, otro, otro y otro, eso al final tiene que salir. No creo que haya habido ningún salto en nada que hayamos hecho nosotros, si acaso, la gente que de repente haya dicho ‘¡¡Coño!! ¡¡Mira esto que hay aquí!!’ Yo personalmente no he hecho ningún cambio en un disco con respecto a otro. Ninguno».
Recuerdo que cuando grabaste tu primer disco tuviste que pedir el dinero a muchos colegas de tu tierra para costeártelo. Ahora cuando vendes tantos discos y te los encuentras, ¿qué te dicen? «Bueno los veo cuando voy al pueblo y me dan la bulla oye: ‘¡Oye tú. A mi no me diste el disco!’ (risas). Yo qué sé, erais tantos, que alguno se me olvidaría (risas). Bueno es bonito, a mi me parece una historia muy bonita y hoy en día con la técnica que existe es más fácil hacerte tú las cosas por tu cuenta. Pero lo importante es salir, sobre todo cuando estás en sitios tan cerrados. Porque los grupos que están en Madrid, un día puedes tener la suerte que un día toques en un sitio y te vea alguien, alguien que te viene a ver y tires pa’lante. Pero cuando vives en sitios como Extremadura o muchos sitios perdidos de España, cuando estás viviendo en sitios tan cutres, aunque toques en directo no te va a ver nadie. Necesitas, por cojones; tener una grabación, tener un disco que medianamente se vaya llevando a los sitios, aunque lo tengas que mandar tú o hacerlo como sea. Necesitas tener una grabación para enseñarla».
¿Estos son los consejos que le das a la gente que te pregunta? «Claro, mucha gente te llama y te pregunta y les cuento las cosas que me han pasado. Lo importante es tener algo en la calle».
En este último disco Canciones prohibidas amenazas en los créditos cuando dices: ‘…espero que sepáis apreciar nuestro trabajo, sino el próximo va de experimental y lo grabamos en una semana…’ ¿Por qué? ¿Porque te presionaban mucho las últimas semanas? ¿Porque te has relajado mucho en la grabación? «Porque hemos currado como cabrones (risas). Espero que la gente se dé cuenta de ello. Las canciones pueden ser mejores o peores pero luego hay otras cosas que es currar, estarte horas de estudio, quererlo dejar bien, tener responsabilidad por dejarlo bien, repetir las cosas una y otra vez por quererlo dejar bien y hacer las mezclas bien, la producción… Hemos metido un montón de instrumentos, un montón de cosas. Ha sido mucho trabajo».
¿La compañía estaba nerviosa porque tardábais en entregar el producto? «Hombre, nerviosos, no, lo que pasa es que el tiempo es dinero. Y la compañía nos ha dado cuartelillo, bastante cuartelillo. Fíjate, eran dos meses lo que estaba prevista la grabación y han sido tres meses y medio. La compañía nerviosa no… Si hubiera estado nerviosa, hubiera dicho: ‘Mirad chavales, la semana que viene tiene que estar esto acabado y ya está’. La compañía me ha dado mucho cuartel y se ha enrollado de puta madre. Me parece que… lo he dicho muchas veces, ‘en el país de los ciegos, el tuerto es el rey’ y yo desde luego… DRO en este país de lo mejorcito que se enrolla. Bueno, lo que quería, simplemente, es que la gente se diera cuenta de que aunque haya muchos críticos por ahí que digan que cuando estás en lo alto haces las cosas pensando menos o con más tranquilidad, diciendo ‘Bah! Esto se lo traga todo el mundo!’, creo que es al contrario, la historia te repercute al contrario, te da más responsabilidad cuando ves que hay más gente detrás de ti y lo quieres hacer todo mejor».
Cambiando de tema, ¿has visto la película Barrio? ¿Sabes que hay un tema tuyo? «Si, me lo han dicho. Lo que pasa es que cuando la gente deja de ser músicos y se convierte en compañía discográfica, empieza a ser como compañía discográfica. Yo pensaba que esto de la película, pues lo normal, que me iban a llamar a mi, me hubieran preguntado, o me hubieran dicho que iban a meter un tema mío en la película. Creo que es la manera de hacer las cosas, preguntar primero al autor. Pero en vista de lo sucedido, no me ha llamado nadie ni nadie me ha preguntado si quiero meter mi música en una puta película. Que a lo mejor, es una puta película que no me interesa para nada, pues no sé… me cago en la película».
¿Qué le dirías a la gente que dice que a tus conciertos ya no va gente tan macarra y va más gente acomodada? «Bueno va más gente, yo lo que noto es que va más gente joven».
Y además muy joven, ¿no? «Pues peligrosamente joven (risas). Hemos entrado en más de un concierto con chavalitos en la puerta: ‘Oye, por favor, decirlos que nos dejen entrar’ y bueno…, no sé… a mi un poco me asusta que vaya gente tan joven. Vienen niños a mi casa para que los firme los discos y la verdad, me quedo un poco flipao. Creo que mis discos no son para niños ni para abuelas. Hago discos para adultos y las cosas que digo hay que saberlas entender. Todo hay que saberlo entender y hay chavales demasiado pequeños que no creo que ciertas cosas las sepan entender».
¿Puede que eso se deba a las modas, el merchandising, las camisetas, el tener un nombre acertado, tan guerrero y de fácil asimilación? «Puede ser que esté de moda entre ellos. Quizás, pero yo las modas es una cosa que no entiendo mucho».
¿Qué le dirías a la gente que echa de menos tus conciertos alborotados de tus comienzos? «Hombre, pues que no se puede tener la bota llena y la suegra borracha -qué bueno, qué risa-. No puedes querer cantar bien y liarla. Yo busco un término medio. Ahora me he decantado por hacer un mejor espectáculo musical. Pasa una cosa cuando los conciertos son de doscientos o quinientos tíos, puedes dejar que la gente se suba al escenario y tú ir totalmente borracho, pararla, montarla, hablar con los que están delante… porque todo el mundo disfruta de esto».
¿No echas de menos todo eso? «No, quizás bueno, lo hacía más tranquilo y ahora me pongo más nervioso, pero no. Está claro que cuando haces un concierto de cinco mil o diez mil personas, no puedes llevar ese punto porque los de atrás no ven, sólo oyen y si lo que están oyendo es una ‘full’ pues no puede ser. No es como un concierto chico que si cantas, se sube uno, se sube otro, no cantas, canta la gente… haces más desparramo. Yo intento buscar un término medio de no ponerte demasiado serio a ir en un punto que te permita hacerlo bien y desbarrar un poquito que la cosa sea divertida, tienes que elegir el punto si te pasas de divertido luego no aciertas en la nota que es».
Acabas de decir una cosa que creo que es importante y que seguramente la gente no aprecia. ¿Que tú cuando sales a un concierto estás nervioso? Y habrá gente que piensa que tú sales pensando que esto está controladísimo. «Qué va, yo me pongo super nervioso. Cuando lo quieres hacer mejor pues te pones más nervioso y bueno también depende de los conciertos, cuando ya estás metido en medio de la gira, ya llevas un rollete pero cuando empiezas la gira los conciertos grandes te ponen nervioso porque intentas hacerlo bien».
Qué pasó con el proyecto de música Fito, Iñaki y tú con los versos de Manolillo Chinato? «Tenemos algo hecho y lo tenemos aparcado. Yo estoy un poquito mosqueado porque no hemos podido trabajar ahí. Fito ha hecho su historia en solitario, nosotros hemos hecho nuestro disco, Platero ha hecho su disco y lo que hemos dejado un poco relegado es lo de Chinato. Tenemos los temas hechos, bueno, tenemos elegidos sus poemas, elegidos las músicas que le vamos a meter a cada poema, le hemos hecho cachitos de letra que le hemos metido entre Fito y yo, pero hay que currarlo, hay que meterse al estudio y hay que hacerlo y hemos acabado del estudio hasta los cojones».
¿Por qué estás tan convencido de hacer lo de Chinato? ¿Qué te impresiona de sus letras? «Me gustan, me gustan mucho las letras de Chinato. Cuando esté este trabajo os vais a dar cuenta, realmente, de cuántas cosas de Chinato hay en Extremoduro. En Agila fue la primera vez que puse párrafo a párrafo de quién era cada cosa que cogía, pero antes a no ser que cogiera una canción entera o un buen cacho, pues tampoco especificaba y os daréis cuenta que de Chinato hay muchísimas cosas, muchísimas palabras, frases, muchos giros en las canciones de Extremoduro. A mi me gusta Chinato, me pone la carne de gallina escucharle. Creo que a la gente le va a gustar. Nos pusimos a trabajar y la cosa nos gustaba, los tres -Iñaki, Fito y Robe encantados con él y muy contentos de hacer cosas. Hemos ido haciendo la cosa, teniendo respaldo de la compañía, hemos dicho vamos a hacer una cosa bonita. Hemos ido grabando algo. Te voy a contar lo que será el principio del disco -se ríe Robe-. Dijimos ‘vamos a grabar a Chinato con las vacas, pasando por el puente romano, las vacas, los toros…’
Nos llevamos -vuelve a reírse- a Aitor, el del estudio donde grabamos, llevamos aparatos para grabar, micrófonos y tal, hicimos pasar a todas las vacas y los toros por el puente (risas). Bueno una cosa de la ostia, no hicimos ni una foto porque se nos olvidó la cámara (más risas) un despliegue de cojones, ahora cuando lo oímos ahí no hay dios que sepa que eso son unas vacas, parece cualquier cosa menos eso (y más risas). Bueno, tú haces las cosas con tu mejor cariño e intención y al final no sabes cuál va a ser el resultado, pero de momento -se pone serio- lo estamos haciendo con mucho cariño».
Veo que hablas mucho de Iñaki y Fito, veo que te están marcando de algún modo, ¿no? «Bueno, son gente que te juntas con ella y coincides en muchas cosas y poquito a poco vas teniendo más contacto y vas en el mismo rollo y tiras pa’lante, la gira próxima la vamos a hacer con Fito y su nueva historia: Fito y los Fitipaldis».
¿Mejor que los de Platero y Tú, a nivel de letras? «No, -duda Robe- no sé, es otro rollete, no es ni mejor ni peor, es otro rollete. A mi me gustan muchísimo. A mi cómo está componiendo Fito últimamente me gusta más, de otra manera. Él lo ha querido hacer más relajado, más acústico y menos rocanrol, pero a mi me encanta. Eso de que cada canción sea de una manera, hay poca gente capaz de hacerlo, hacer una canción que no tiene que ver nada con la siguiente, eso sólo lo sabemos hacer unos pocos -sonríe Robe y afirma contundentemente-. Los más genios de todo».
Otra cosa, ¿has descartado muchas ideas de Iñaki para la grabación de Canciones prohibidas? «Hemos discutido mucho y hasta el último momento, sobre todo porque él tiene una manera de ver las cosas. La composición es una cosa muy personal, los temas los compone uno solo, luego está todo el rollo de arreglos y de construir el tema, estribillos, estrofas, etc. Bueno si oyéramos ahora la versión que hice de aquello de Golfa en aquello de Chiapas -concierto acústico de diferentes artistas en beneficio de Chiapas la primavera pasada en La Riviera, en Madrid- [nota de giveevig: enlace al artículo en la Hemeroteca] es totalmente distinta. Iñaki tiene unas ideas y yo otras, cuando los dos pensamos lo mismo es que es buenísimo. Lo bueno está en un término medio en aportar dos cosas, creo que hacemos cosas los dos juntos que cada uno por separado».
Yo siempre he tenido la impresión cuando he hablado contigo, o cuando nos hemos encontrado por ahí, de que eres un tío divertido. Sin embargo la gente dice que tienes apariencia de cabreado y de borde… «Y de mala ostia -completa riéndose Robe-. La gente cuando no te ve de cerca se puede hacer cualquier idea. Quizás es que en este mundo de la música es difícil defender tus derechos y es difícil que se te haga caso en un momento dado y hay veces, pues que te tienes que poner borde, que no se te hace el caso que se te tenía que hacer y te tienes que mosquear para que se te respete un poco, se te tiene que ver así y hay veces que tienes que sacar ese punto. Siempre he intentado defender mis derechos y en esto de la música siempre me ha parecido estar haciendo una revolución y para hacer una revolución tienes que mandar a tomar por culo a mucha gente, si quieres que las cosas se hagan un poco a tu manera, te tienes que poner borde».
¿Y luego te arrepientes y les pides perdón a algunos? «Pues sí, a veces sí, porque metes la pata, pero ahí está el que da su opinión también tiene que meter la pata, ¿no? No se puede caer bien a todo el mundo cuando expresas una opinión».
Oye, ¿qué pasó con tu anterior mánager, Tomás? «No se sabe nada de él… ¿Qué Tomás? Tú pon: ‘Robe contestó: ¿Qué Tomás?‘» (risas).
¿Y por qué el disco se llama Canciones prohibidas? ¿Alguna vez te han prohibido alguna canción? «Nunca, para que lo que entienda la gente ahora que está tan de moda el fútbol, que yo lo odio, para que lo entienda la gente, pues Camacho por ejemplo, parece que está siempre malhumorado, a mi me parece un tío asombroso. Que haya tenido cojones de pasar del Real Madrid que era su equipo y que se le veía tan chocho y los ha mandado a tomar por culo, pues mira ahora le ha llegado esto otro, que es como ser casi la persona más importante del país -se ríe- con lo subnormales que estamos en este país, pues mira… ¿qué me habías preguntado? Ja, ja, ja, ja».
Hablábamos de… ¿de qué era?… Ah sí, de las canciones prohibidas. «Pues no me han prohibido nunca nadie, porque cuando tú llegas a ese punto si te prohibe algo alguien te vas a tomar por culo. Nadie te puede poner eso, porque para eso no te cogen. Si alguna compañía me hubiera dicho esto no lo puedes poner, pues hubiera salido corriendo por la puerta. Nunca nadie ha intentado decirme nada. Lo del titulo Canciones prohibidas es porque estamos en un país prohibido, en un mundo prohibido y hemos tenido que meter el videoclip en el disco -en CD-ROM- porque es la única manera de que la gente lo pueda ver».
A ver si no te van a dar este año el premio porque lo ha visto demasiada gente, y con el otro, que no lo había visto nadie, te lo dieron… «No creo que me lo dieran por dármelo a mi, sino por dárselo un poco al rocanrol».
¿Qué pretendes con esta nueva gira? «Lo primero es que Fito va a venir con nosotros, con su grupo y vamos a hacer un rollete parecido al que hicimos con Platero. Esto de mezclarse los dos grupos, tocar todos juntos, un rollo diferente, que no sea el clásico toca un grupo, descanso y toca el otro. No. Va a ser algo diferente. Quiero hacer más o menos cuarenta conciertos, en seis meses en primavera-verano. Lo ideal sería hacer uno cada fin de semana, pero en este país no puedes tocar un día de diario a no ser que sea en verano o en las fiestas de algún lado. Intentaré que los locales sean los adecuados para el público».
Cuéntame algo del tributo a Rosendo. ¿Te propusieron ese tema? ¿Lo elegiste tú? ¿Cómo fue? «Nos dieron a elegir y a mi Crucifixión me gustaba mucho desde siempre, le cantaba yo en la furgoneta cuando iba vendiendo gusanitos (risas). Además, con la letra me siento identificado, la canción nos gustaba y bien. Rosendo es como un papi».
¿Y una canción para Barrionuevo? «Es una como una cosa que nadie se esperaba -Robe vuelve a ponerse serio-, que una gente que han sido ministros puedan ir al talego. Nadie se piensa eso nunca. Todos estamos un poco asombrados. Me parece de puta madre que estén ahí».
Y no estás un poco cansado, de que en cuanto pasa una temporada que no estás de actualidad, vuelve a aparecer el rumor de que si Robe se ha muerto, que si «le vi muy mal la última vez». ¿No estás un poco cansado de que te maten tantas veces? «Cansado no -ríe Robe- estoy acostumbrado ya, tío. Los colegas ya lo saben, de vez en cuando te llama alguno y te dice: ‘Oye que he vuelto a oír…’. Bueno, ya al final pues me he acostumbrado, ¿no? Hay gente que se aburre mucho con su vida y tiene que hablar de la vida de los demás. Un poco estoy acostumbrado a toda esta historia. Me la suda ya. Me río, como cuando salen las criticas malas, primero te cabreas pero luego te ríes».
Por si aún alguno no lo conocía, este es Roberto Iniesta. Fue un privilegio charlar un rato con él y más teniendo en cuenta que no acostumbra a hacer entrevistas particulares. Quizás la definición más acertada sería la de admirado y odiado a partes iguales. ¿Y tú qué opinas?
PD. El hombre del saco -el de la portada- es en realidad Iñaki, el ‘Uoho’. Por si no os habíais coscado.
COMO YA HEMOS podido leer en otros posts, algunos medios han calificado este nuevo disco casi de estafa, por su corta duración y por canciones de ‘relleno’ como el Villancico del rey de Extremadura que cierra el disco. Después del superventas Agila dicen que Extremo se ha desinflado, que están acabados, que buscan lo comercial… pero el tiempo dará la razón a Robe. Canciones prohibidas nos parece un grandísimo trabajo y, al margen de gustos, hará que la banda de Robe siga creciendo aún más. Se embarcarán en una gira junto a Fito Platero y los conciertos serán más serios y cuidados que nunca. De todo esto se dan cuenta en la Kerrang!, en la crítica que hacen del disco en el mismo número de la anterior entrevista. Ahí va.
✎ Crítica de Chema Gallego en el mismo número de la HeavyRock (nº60, publicada en noviembre de 1998).
CRÍTICA EXTREMODURO: ‘CANCIONES PROHIBIDAS’
Rumores… que si otro directo, que si musicar poemas de Chinato, que si tal y que si cual. Nada, un nuevo disco con nuevos temas y ya está. Eso es Canciones prohibidas, un nuevo disco de Extremoduro, o lo que es lo mismo, Robe, y los que con él se juntan con nuevas aventuras.
Robe, ayudado por Iñaki ‘Uoho’, que también produce el disco, han compuesto estas nuevas ‘canciones prohibidas’ y, seguramente, lo de prohibidas tendrá la intención de ‘malditas’, porque nadie las querrá poner en las radios comerciales, pero venden más que cualquiera que se deje los duros en esos menesteres.
El disco arranca con un gran tema, con uno de los estribillos más pegadizos que Robe haya escrito nunca. Se trata de Salir, con diferentes tiempos, seguro que te tiras una temporada sin parar de cantarlo. Esclarecido, del cual se incluye una versión de video para PC, arranca con un demoledor bajo y con una base potentísima y fuerte. Aquí Robe se despacha con la Iglesia, los críticos musicales, los jueces y los funcionarios. En realidad los raja. Erase una vez es un tema rápido, veloz y cañero. Como una tormenta eléctrica de truenos y centellas en pleno verano.
Uno de los puntos del disco es Golfa. Un medio tiempo denso con arreglos de cuerdas clásicas, dándole un nuevo ambiente al disco. No os perdáis el juego de los dos estribillos finales sobreponiéndose. De menos a más en el arranque es Su culo es miel tema que incluye bandurrias -¿recuerdos del pasado, Robe?- y otro de los que más gancho tienen, con una buena letra.
Extraterrestre es guerrero y peleón, con densos riffs. Un tema típico de Extremoduro podría ser Autoretrato -el título lo dice todo- un tema largo con muy buenos arreglos de cuerdas clásicas, de viento, de lucimiento de instrumentos que le dan una absoluta grandeza. Muy bueno. ¿Os imagináis una orquesta clásica haciendo temas de Extremoduro? ¡Qué fuerte!
Enemigo contiene un riff brutal y rapidísimo, quizá el tema más duro de toda la discografía de Extremoduro, mientras que la guinda la pone Villancico del rey de Extremadura, donde como comprobareis en las letras del disco, Robe se salta a la torera el guion y desparrama ante un ‘Uoho’ impresionado y descojonado de risa que intentaba -a duras penas- seguir con el guion. Introducción que vuelve a la gracia tan traída del Me estoy quitando y que sirve para arrancar un tema con ambiente rumbero, que deriva en una pasada deriva en una pasada de Villancico punkarra total.
En general, este disco es más fuerte que Agila en todo, música y letras, y eso que contiene más arreglos y más diversidad instrumental, pero aún así, el disco gana en riqueza musical y en recursos. Recordando en las piezas más duras a aquellos primeros versánicos discos, cargados de mala leche.
No entiendo por qué se ha abandonado la fórmula de unir los temas como siempre se ha hecho…